miércoles, 5 de noviembre de 2008

Fin


Podría escribirlo todo, saberlo todo,

hacer un mapa de mi camino a seguir,

conocer cada huella de los pasos que daré.

Podría planear una vida feliz desde el techo más alto,

mirar al mundo moverse lejano desde un trono de plata y oro.

Podría detener el reloj en el instante mas alegre,

olvidar la ruleta, ya no lanzar mas dados.


Entonces tirarme en mi cama a contemplar mi nombre

con la absoluta certeza que no cambiará letra alguna,

alzar las manos al cielo y ya no pedir nada,

encender un cigarro riéndome de su condena incumplida

marcar la fecha en rojo y botar el calendario,

no ver el pronóstico del tiempo ni mirar de reojo la agenda.

Podría escribir mi epitafio y dejar una flor a su lado.